viernes, 29 de marzo de 2013

Algo pasa en Los Ángeles

Después de unos días un tanto ajetreados, llegaron las vacaciones de Semana Santa y por fin tenemos un poco de tiempo libre para disfrutar de algunas de nuestras aficiones, entre ellas la NBA. La pasada madrugada sin ir más lejos, estuvimos disfrutando del Bucks-Lakers. Un partido, a priori interesante (aunque después no fuera demasiado espectacular), en el que se enfrentaban dos equipos Playoffs, y que por temas de “negocios” (estamos metidos en el mundillo de las apuestas, como hobby, y apostamos por la victoria de Milwaukee) nos hizo mostrar un interés aún mayor. El caso es que, como cualquier espectador que está viendo un partido con los amigos, intercambiamos comentarios a medida que el partido iba avanzando y sacamos algunas conclusiones que me gustaría plasmar en este artículo.

Poco voy a decir de Milwaukee, un equipo que por su irregularidad y su poca fortaleza interior (sobretodo en ataque, excepto por Ilyasova y algunas actuaciones de Sanders) no se le puede reprochar nada. Básicamente un equipo que depende en gran medida de la pareja Jennings-Ellis, y que si mantiene el bloque y se refuerza bien tiene bastante margen de mejora. Más preocupaciones deberían tener los Lakers. Porque en el partido de ayer volvieron a mostrarse vulnerables, y no es algo nuevo. El equipo no da síntomas de ser eso, un equipo. Quién se podría imaginar el verano pasado, después de los movimientos que hicieron, que a estas alturas no estarían como mínimo en la cuarta plaza del Oeste. El partido de ayer fue una nota más de la sinfonía en la que viven esta temporada, y parece mentira que un equipo con jugadores como Bryant, Nash, Howard o Pau Gasol no sea capaz de sacar un mejor rendimiento, y esté a día de hoy luchando por no quedarse fuera de Playoffs. El equipo es el conjunto de un sinfín de problemas.

Empezando por el entrenador, D’Antoni, que no da la sensación de mandar en el vestuario. De hecho, ya tuvo un problema similar en los New York Knicks, donde ni supo lidiar con pesos pesados como Stoudemire o Melo ni sacó provecho a la plantilla que tenía y acabó siendo destituido. Tampoco consigue plasmar ninguna idea en el juego de los Lakers. Ni “run & gun”, ni defensa, ni nada. Hay momentos que incluso muestran un pasotismo y una indiferencia al defender impropias de jugadores NBA. Es inexplicable que Howard-Gasol, para mí la mejor pareja interior de la NBA (en buena forma, eso sí), no dominara ayer el juego cerca del aro ante un equipo con un juego interior limitado, dejando abierto de tal manera el rebote ofensivo que parecía que Sanders jugaba sólo en la pintura. En resumen, las mismas cosas que pasaba con Mike Brown. Y aunque el entrenador tiene parte de la responsabilidad, no creo que sea la única causa de esta debacle. Sin ir más lejos, Phil Jackson no quiere dirigir a los Lakers, en parte por no verlos capacitados para luchar por el anillo ni para jugar físicos. Y si el Maestro Zen no se moja, es que algo no va bien.


La plantilla da síntomas de ser un conjunto de piezas mal montadas. Howard suma partido tras partido, pero no da la sensación de superioridad que se espera de él e incluso le falta intensidad. Y por si fuera poco, a pesar de saber que el “Hack a Howard” es constante, no parece poner interés en mejorar su porcentaje de tiros libres. Pau Gasol no está bien físicamente, y juega demasiado alejado del aro. Nash rinde lo que puede a sus 39 años. O lo que le dejan, porque que el balón tenga que pasar jugada sí jugada también por las manos de Kobe, limita bastante su capacidad creadora. La aportación desde el banquillo es prácticamente nula. Además hay partidos en que los minutos se reparten solo entre 8 jugadores (en los dos últimos partidos, por ejemplo). A esto hay que sumarle la media de edad de los Lakers (29 años, 33 años la de su quinteto titular), que unido a la comentada escasa rotación, aumentan excesivamente el cansancio. Tal vez lo único bueno sea el gran momentoque vive Kobe Bryant (27,7 puntos, 5,8 asistencias y 5,5 rebotes por partido, y uno de sus mejores porcentajes en tiros de campo de toda su carrera (46,7%)). Y digo tal vez porque, aunque es uno de los mejores jugadores de la historia de la NBA y lo demuestra en cada partido, hay momentos en los que el balón pasa demasiadas veces por sus manos. Demostrado queda que, en Los Ángeles han visto el mejor momento de juego de su equipo cuando Kobe se ha dedicado a repartir asistencias a diestro y siniestro. Con esto no quiero decir que Kobe deje de hacer de Kobe (lo hace demasiado bien) y se dedique a repartir asistencias, sino que como he dicho anteriormente, él y el resto del equipo deben aprovechar más el tener en plantilla a uno de los mejores Playmakers de la historia, Steve Nash.


Todo este cúmulo de factores crea gran incertidumbre en el futuro de la segunda franquicia más laureada de la NBA. Porque independientemente de que en un futuro cercano logren meterse en Playoffs o no (y aun metiéndose, pocos esperan que puedan plantar cara ni a San Antonio ni a Oklahoma City Thunder), la construcción del equipo se ha metido en una situación delicada. Porque por edad, la reconstrucción del equipo pasa en un principio por Howard (que no ha rendido como se esperaba), ya que Nash y Pau no son jugadores franquicia, y como a Kobe, no les queda mucha cuerda en las piernas. Y para añadir más leña al fuego, esta reconstrucción entorno a Howard no está ni mucho menos asegurada, porque salvo renovación de última hora (renovación que también puede estar influida por la no-relación entre Bryant y Howard), se convertirá en agente libre este verano.

Sea lo que sea, en Los Ángeles tienen mucho trabajo a la vista, tanto a medio como a largo plazo. Al final, tomen el camino que tomen, la moneda la echaron al aire el pasado verano y están condicionados a eso. El resultado del cara o cruz ya lo tienen en la mano. Ellos decidirán. A nosotros simplemente nos queda esperar el final del culebrón.

martes, 19 de marzo de 2013

Los mineros dictan sentencia

Estos últimos días, el mundo NBA está centrando sus focos exclusivamente en la espectacular racha de Miami Heat y su carrera por convertirse en la franquicia con más victorias seguidas.  Nadie duda de la dificultad que esto conlleva, pero nosotros queremos encender una bombilla en nuestro humilde blog para iluminar otro equipo que, a mi parecer, se merece mucho más protagonismo del que se le está dando. Aunque parezca mentira, hay vida más allá de equipos poderosos como Heat o Thunder. ¡Y qué vida! Porque aunque puede que las 13 victorias seguidas que llevan se queden cortas en comparación con las 23 de Lebron, Wade y compañía, mi particular equipo de moda en la NBA son los Denver Nuggets.

Cierto es que este equipo no es ninguna novedad en los Playoffs temporada tras temporada, pero tiene mérito el año que están marcándose. Porque tras la marcha de Melo no tienen un líder claro. De hecho, pese al gran momento del equipo (quintos, peleando por la tercera plaza y con un balance de 47-22), este año no han “colocado” a ningún jugador en el All-Star, y a excepción de Ty Lawson (16,8) y Danilo Gallinari (16,3), todos los jugadores de la plantilla promedian por debajo de los 13 puntos por partido. Es aquí donde reside a mi parecer el mérito de este equipo.  Tras la marcha de su jugador franquicia han logrado unir a un grupo de jugadores con hambre y que se compenetran a la perfección. Y en mi opinión han acertado en todo, dejado clara una cosa: “Melo, no te echaremos de menos”.


Dirigidos por un entrenador veterano y con ideas claras, tienen un equipo joven y que debería ofrecer continuidad a un proyecto muy interesante y sólido. De hecho tiene especial mérito que George Karl haya logrado sentar la cabecita de “el anárquico” Mcgee, aunque también es cierto que tanto él como Kosta Koufos pueden dar mucho más al equipo. Aún así tienen un juego interior potente y joven. Y es en el juego interior donde creo que ha llegado el gran acierto tras la marcha de Melo. Porque dejar marchar a un jugador consolidado como Nene Hilario a cambio de McGee, y dejar paso al Nº 22 del Draft 2011 no era una apuesta fácil, pero como he dicho antes, McGee está dando poco a poco sus frutos y “RastaFaried” no ha defraudado. Un jugador con hambre, que nadie esperaba, y que dará mucho que hablar en la NBA. Hay "Manimal" para rato. La llegada de un “todoterreno” como Iguodala (jugador de equipo donde los haya) ha sido el complemento perfecto a un equipo con un juego exterior demoledor y eléctrico. Gallinari es un tirador exquisito, un jugador que cualquier equipo querría tener. Ty Lawson es el director principal de orquesta, sin quitarle importancia a un André Miller que con 37 años aporta esa veteranía necesaria en un equipo tan joven. Además, la explosividad de gente como el propio Lawson,  Corey Brewer o Wilson Chandler le va de lujo a un equipo tan ofensivo, siendo el tercer equipo más anotador de la NBA (con 106,1 puntos por partido), a menos de un punto de las medias de Oklahoma City Thunder y Houston Rockets.

Un roster sin estridencias, sin estrellas, pero perfectamente cosido y fiable. Porque tener el mejor balance en casa junto a los todopoderosos Miami Heat (30-3) no es cuestión de casualidades de la vida. Solo los nombrados Miami Heat, L.A. Clippers, y sorprendentemente Washington Wizards (en lo que yo consideraría como un desliz) se han llevado algo del Pepsi Center. Es esta solidez en casa la que hace plantearme que pueden dar más de un susto a los grandes del Oeste y, porque no, luchar por el anillo.


Puede que haya equipos más favoritos para ganar el anillo, incluso se dé por sentado que los Nuggets no tienen ninguna posibilidad, pero lo que tengo claro es que en Denver se decidirá en gran medida el campeón, si no de la NBA, de la Conferencia Oeste. Porque para llevarse una victoria de Denver se tiene que sudar sangre y lágrimas, y si en Playoffs aseguran tanto las victorias en casa como en Temporada Regular y rascan mínimamente fuera, harán sufrir mucho a su rival, sea quien sea. Es por esto que quien sobreviva en el Pepsi Center, y en su defecto a la eliminatoria, demostrará que está apto para luchar por el anillo. Quien sobreviva al infierno de Colorado, tendrá derecho a soñar. Este año, los mineros dictarán sentencia, ganen o pierdan.

martes, 12 de marzo de 2013

Los viejos rockeros nunca mueren

En el básquet, como en todos los deportes, el relevo generacional está presente temporada tras temporada. Es relativamente simple: llegan los jóvenes y se van los “viejos”. Y digo relativamente simple porque, aunque los aficionados están acostumbrados a tópicos como “este tío está ya demasiado viejo para jugar”, hay veces que no es tan simple.


Hay jugadores que se niegan a morir viejos y viven temporada tras temporada su enésima juventud, como si hubieran firmado algún tipo de pacto con el diablo para asegurarse la eterna vida. Jugadores que superan la treintena bastante sobrados (algunos incluso están más cerca de los 40) y que, algunos como actores secundarios y otros aún como principales, mantienen un importantísimo papel en sus equipos. Son el mejor ejemplo de que los años, aunque pesan, no merman la calidad de uno. Y es que duplas veteranas como las de Celtics (Kevin Garnett (36 años) y Paul Pierce (35 años)), Spurs (Tim Duncan (36 años) y Manu Ginobili (35 años)) o Lakers (Steve Nash (39 años) y Kobe Bryant (34 años)), o incluso tripletes como el de Mavericks (Shawn Marion (34 años), Dirk Nowitzki (34 años) y Vince Carter (36 años)) son referencia en sus equipos pese a la edad, e incluso algunos lideran la NBA. Mención especial el caso de “The Black Mamba”, que pese a afirmar que su retirada no está muy lejos, está registrando 27,7 puntos, 5,8 asistencias y 5,5 rebotes por partido, y el mejor porcentaje en tiros de campo de toda su carrera (47,5%).




Tener estas carreras tan longevas y productivas hasta el último momento les asegura un hueco importante en la historia de la NBA. Algunos incluso tienen asegurada la entrada en el Hall of Fame (a mi parecer Garnett, Duncan, Kobe…), y por su puesto la retirada de sus dorsales en sus respectivas franquicias. Son jugadores que empezaron siendo referencia en esto de la NBA y se retirarán siendolo.   

Por cierto, hace unas semanas se especulaba con la vuelta a las canchas de Michael Jordan (con sus ya 50 años a la espalda). Un rumor que se fue extendiendo poco a poco, levantando mucha expectación, y que al final no se produjo. Pero aprovechando esta entrada, apostaría el euro que tengo ahora mismo en mi bolsillo a que hubiera conseguido 10 o más puntos en su vuelta. Porque quien tuvo, retuvo, y como ya os he dicho antes… los viejos rockeros nunca mueren.

domingo, 10 de marzo de 2013

El salto inicial está próximo

Dentro de poco daremos rienda suelta a este blog. Un blog que tratará la actualidad NBA con opinión propia, y una visión más general y menos objetiva de lo que pueden dar la mayoría de blogs NBA. Nuestra consigna es clara, "no seremos el típico blog NBA", y estamos convencidos de que lo conseguiremos.
Esperamos que os guste nuestra forma de ver las cosas. El estreno está próximo, nos vemos pronto. Os esperamos a todos con la NBA como fondo.
Saludos.