jueves, 9 de mayo de 2013

Rebelión en la granja

"Series Tied 1-1". Esa es la nota imperante en cada una de las series de Playoffs tras la pasada jornada y hasta mañana a las 4 de la madrugada aproximadamente, cuando termine  el Chicago Bulls-Miami Heat. A día de hoy, la instantánea del cuadro de Playoffs es el resumen perfecto de la locura de camino hacia el anillo que estamos viviendo. Y es que es curioso ver que los cuatro cabezas de serie (1º y 2º de cada conferencia en Temporada Regular) cambiarán de ciudad con el factor campo perdido. Algunos incluso salvaron los muebles con el 1-1. Y es que, dejando a un lado a Indiana Pacers (3º de la Conferencia Este), dos quintos clasificados y un sexto están dando más que guerra en estos Playoffs. La rebelión está servida.

Memphis Grizzlies es, tal vez, de los que más se esperaba de éste grupo de "rebeldes". Quinto en el Oeste, en primera ronda ya se deshicieron con más comodidad de la esperada de los Clippers. No lo tuvieron fácil tras el 2-0 inicial. Al final se sobrepusieron y dejaron la eliminatoria en 2-4. El siguiente escollo parecía mucho más serio que el primero, pero viajarán a casa con un 1-1 y unas muy buenas sensaciones tras los dos partidos en el Chesapeaker Energy Arena. Cierto es que la baja de Westbrook ha mermado mucho a Oklahoma, y los ha hecho bastante más predecibles. El ataque del equipo se ha volcado casi exclusivamente en Durant, y el resto del equipo no está dando el paso adelante necesario para suplir a Russ. Y eso ante el mejor equipo defensivo éste año, se acaba pagando. Han logrado dejar en 93 puntos de media al equipo más anotador de la Regular Season. Además, la superioridad de la pareja interior Marc-Zach está siendo insultante, tanto en ataque como en defensa. Han merecido tener el 0-2 a favor y la eliminatoria muy de cara, y cerca estuvieron de conseguirlo de no ser por una genialidad de Durant y un muy mal ataque en la que era la última posesión del primer partido. Aún así, el factor campo ganado es un buen botín.

Otros menos esperados eran los Chicago Bulls. Son el ejemplo perfecto de que, a veces, la unidad y garra de un equipo puede con todas las adversidades que se presenten. Teniendo en cuenta los problemas físicos que han sufrido durante toda la temporada (prácticamente ningún jugador de la plantilla se ha salvado de las lesiones), y sobretodo la baja indefinida de Derrick Rose, descender del primer puesto del Este al quinto es poco o nada importante. En primera ronda sufrieron mucho en una eliminatoria muy igualada, pero cuando menos se les esperaba, sacaron la rabia. Cuando parecían estar muertos, el hambre les despertó. Y hasta cuando un seguidor del rojo como yo daba por bueno morir a manos de los "Superfavoritos" Miami Heat, éste equipo sacó fuerzas de donde no había y se llevaron el primer partido en casa de los campeones y sin Rose, Deng ni Hinrich.  Ayer perdieron por 37 puntos, pero que más da. ¿Acaso se les puede pedir más? Pese a todo, han sido capaces de llevarse un 1-1 de Florida. Han sido capaces de levantarme el sueño, pese a que mi cabeza me dice que Miami va camino a un nuevo título. La culpa de que estén aquí ahora mismo la tiene Tom Thibodeau. Para mi un fijo en el Top 3 de entrenadores en el Este. Un líder nato capaz de hacer que hasta el jugador más frío de la NBA saqué sus "cajones" a pasear. Los mismos "cajones" a los que se refería Belinelli en el séptimo partido contra Brooklyn. Capaz de hacer que un "trotamundos" de la liga como Nate Robinson sea un jugador importantísimo en esta plantilla. Han cumplido notablemente. Chapó por éste equipo.



Pero la repera de estos Playoffs son sin duda los Golden State Warriors. Un equipo que ha pasado en tan solo un año de quedar tercero por la cola en el Oeste ha estar con factor campo a favor en unas semifinales de conferencia. Principalmente ha sido posible gracias al gran paso adelante que han dado Klay Thompson y Stephen Curry. Los Splash Brothers se han convertido en una de las parejas de francotiradores más fiables y explosivas de la NBA. Y sin olvidarse de Mark Jackson, que ha hecho que esta plantilla fuera competitiva durante toda la temporada, teniendo en cuenta las limitaciones de esta. Pero la revolución no terminó en la Regular Season, y lo bueno estaba por llegar. En primera ronda ya se cargaron al mejor equipo en casa, y estuvieron apunto de llevarse un 0-2 del inexpugnable Pepsi Center, pero Andre Miller arrebató sobre la bocina el primer partido de la eliminatoria. Ningún experto daba un duro por la clasificación. Algo idéntico a lo sucedido hasta el momento en esta eliminatoria. San Antonio se llevó el primer partido tras dos prórrogas y un triple sobre la bocina de Manudona. El segundo ya no se les escapó. Tiene aún más mérito viendo el fiable 36-6 de San Antonio en casa en Temporada Regular, y después de 16 años sin oler la victoria en El Álamo. 0-30 en enfrentamientos directos desde que Tim Duncan fué drafteado. Y aún con las estadísticas en contra, han merecido volver a casa con un 0-2 en el bolsillo. Los Warriors han liderado el marcador en 93:43 de los 96 minutos que  se han disputado hasta el momento en la eliminatoria, sin contar las dos prórrogas del primer partido. Una superioridad que no refleja el 1-1 actual. Ahora les tocara trabajar la eliminatoria en el Oracle Arena.


Lo cierto, y a la par gracioso de todo esto, es que estoy convencido que pocos o nadie hubieran vaticinado esta situación, cosa que demuestra lo impredecible que es el deporte, y concretamente en éste caso, la NBA. Sin ir más lejos, nuestros pronósticos podrían ser un claro ejemplo de lo esperado, y que no ha llegado a suceder. Son precisamente las sorpresas la principal cosa que nos engancha a éste espectáculo. Nos encanta ver como una cosa que parecía clara da un giro inesperado. Y por el bien del espectáculo, que esto siga tan vivo como hasta ahora. Que continúen las sorpresas. ¡Que continue la rebelión! 

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